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Mindfulness es considerada una técnica de meditación que nos facilita estar presente en el momento actual de forma intencional y sin juicios. Pero es mucho mas que eso. Es también es una práctica milenaria refinada durante generaciones que permite autoconocernos mejor y relacionarnos de una forma mas abierta y constructiva con nuestros pensamientos, emociones, situaciones vitales y con otras personas.

Cuando practicamos Mindfulness seremos capaces de estar mas presentes y con menos prejuicios, con menor rumiación y con más aceptación. Por eso va mucho mas allá que el hecho de ser una mera técnica o habilidad.

Mi querido amigo y uno de mis maestros, y uno de los padres del Mindfulness y su investigación científica, John Kabat Zinn dice que “En última instancia, he llegado a ver que Mindfulness o la Atención y Consciencia Plena es realmente una historia de amor con la vida.  De hecho, “La invitación central de la atención plena es que te hagas amig@ de ti mism@. Eso significa reconocer y habitar tu propia integridad y belleza intrínsecas en el único momento que cualquiera de nosotros ha tenido, a saber, éste”. Incluso mi cercana maestra y amiga Pema Chödrön clarifica que “en la práctica de la meditación no se trata de tirarnos a nosotros mismos a un lado y convertirnos en algo mejor. Se trata de hacerse amigo de lo que ya somos.”

Mindfulness es una práctica que se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años y que ha sido contrastada ampliamente por la ciencia. Pero también es una práctica que desafortunadamente ha sido cosificada e instrumentalizada. Mas allá de lo que algunas personas han podido hacer con ella en un afán de reduccionismo que no siempre ayuda; Mindfulness puede ayudarnos mucho a vivir y relacionarnos con las dificultades vitales y personales de una forma inspiradora y reveladora. De hecho, Mindfulness facilita que podamos tomar perspectiva, a contemplar las cosas con mayor claridad, a reducir el estrés, mejorar la concentración y aumentar la sensación de bienestar general. Que sea mas de lo que parece a primera vista, no quiere decir que no encontremos en ella beneficios concretos que pueden ser útiles y enriquecedores.

En este artículo, hablaremos un poco mas sobre qué es el mindfulness, para qué sirve y las ventajas que puede ofrecer.

¿Qué es el mindfulness?

El Mindfulness, también conocido como atención y consciencia plena, se refiere a la práctica de prestar atención de manera intencional y consciente a lo que está sucediendo en el momento presente sin juzgarlo. Lo que no quiere decir que dejemos a un lado nuestra capacidad mas objetiva de Discernir. De hecho, una cosa es no caer en nublar o cegar nuestra percepción con ideas que no siempre son reales sino producto de nuestro condicionamiento o de no estar presentes en lo que sucede; y otra cosa es suspender el sentido común, el criterio personal o el discernimiento.

Como práctica de Meditación, utiliza el medio de prestar atención a algo concreto para estabilizar y refinar nuestra atención y ensanchar nuestra consciencia. Y qué puede ser más cercano (y a veces lejano) que llevar la atención a la respiración, a las sensaciones físicas, a los pensamientos y las emociones sin juzgarlos ni intentar cambiarlos. Cosa que aunque es sencilla, no siempre es fácil.

Gracias a la práctica de Mindfulness, podemos ser mas conscientes de nuestro propio cuerpo (propiocepción e interocepción), lo que puede facilitar reconocer síntomas físicos y emocionales en el cuerpo antes de que exploten en la mente. Como dice el viejo adagio que muchos han hecho suyo, “la mente grita lo que el cuerpo ya sabe.” De hecho la mente suele gritarlo bastante tarde. Por eso es importante detectar pronto aquello que el cuerpo o el corazón nos pide muchas veces no siendo escuchado. Si refinamos nuestra atención y reconocemos mas las sensaciones de nuestro cuerpo (lo que suele llamarse estar mas conectados con nuestro cuerpo); podremos sin duda reconocer síntomas antes de que exploten en reacciones de las que nos arrepentiremos o que resulten en una patología grave.

El Mindfulness hunde sus raíces en práctica de la meditación, que es la mejor forma de refinarlo y mejorarlo. Pero se puede practicar en cualquier momento del día, y no solo durante una sesión de meditación.

Como dice mi buen amigo Jack Kornfield, enorme maestro de meditación y de budismo, pero también Doctorado en Psicología, “prácticamos en el cojín, para llevárnosla al trajín de la vida”. Practicamos Mindfulness en la práctica de Meditación en casa -nuestro lugar seguro- para extenderla al resto de nuestro día de forma que impregne todas nuestras acciones y respuestas.

Cuanto más la practiquemos, más accesible estará entre nuestro catálogo de respuestas y, por tanto, mas cercana estará la posibilidad de mediar con Mindfulness en nuestras respuestas y así responder en lugar de reaccionar.

¿Para qué puede servir el mindfulness?

El mindfulness puede ser útil para una amplia variedad de propósitos. A continuación, se presentan algunos de los beneficios de la práctica de mindfulness:

  1. Reducción del estrés: El mindfulness ha demostrado ser efectivo para reducir los niveles de estrés en las personas. Puede ayudar a disminuir la ansiedad, la depresión y otros síntomas relacionados con el estrés. Pero también puede ayudarnos a crear una espacio en lo que nos sucede, para poder responder en lugar de reaccionar.
  2. Mejora de la concentración y la creatividad: El mindfulness puede ayudar a mejorar la concentración y la atención, ya que enseña a la mente a centrarse en el momento presente y evitar distraerse con pensamientos o emociones aflictivas que a veces no nos permiten contemplar y esclarecer lo que sucede o solo verlo “esclav@s” de nuestros condicionamientos. Al mismo tiempo, para que se dé una mayor creatividad, necesitamos de espacio mental y calma, y es por ello que el Mindfulness aporta ése espacio mental y calma para ser más creativ@s,
  3. Mejora del bienestar emocional: El mindfulness puede mejorar nuestro bienestar emocional al facilitar aceptar nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos ni intentar cambiarlos. De hecho, aprendemos a regularnos mental y emocionalmente, lo que puede conducir a una mayor satisfacción con la vida en general.
  4. Reducción de la rumiación: La rumiación se refiere a la tendencia de pensar repetidamente en pensamientos negativos o preocupaciones (activando de la Red Neuronal por Defecto). El mindfulness puede ayudar a las personas a reconocer y reducir la rumiación, lo que puede mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de la ansiedad y la depresión.
  5. Reducir nuestra Autocrítica. La autocrítica, aunque creemos nos impulsa hacia nuestros objetivos, sobreactiva nuestro sistema de amenaza: esa parte de nuestro sistema emocional que detecta peligros para “luchar, congelarnos o huir” lo que a su vez aumenta nuestro estrés. De hecho el Midnfulness ayuda también a reducir los niveles de autocrítica, aunque es mas potente cuando sumamos la Autocompasión y la Compasión.
  6. Mejora en nuestra comunicación y relaciones: El Mindfulness facilita una comunicación interpersonal más consciente y por tanto permitirte decir lo que quieres decir y mejorar así tus relaciones con otras personas.
  7. Mejora del sueño: El mindfulness puede ayudar a mejorar la calidad del sueño, ya que puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés que pueden afectar el sueño.
  8. Mejora de la salud en general.

Más Ventajas del mindfulness

Además de los beneficios mencionados anteriormente, el mindfulness también puede tener otras ventajas. Algunas de ellas incluyen:

  1. Accesibilidad: El mindfulness se puede practicar en cualquier momento y en cualquier lugar, sin necesidad de equipo especial o entrenamiento costoso.
  2. Flexibilidad: El mindfulness se puede adaptar a las necesidades y preferencias individuales, lo que lo hace accesible a personas de diferentes edades, niveles de habilidad y estilos de vida.
  3. Seguridad: El mindfulness es una práctica segura para la mayoría de las personas, sin riesgos conocidos de efectos secundarios negativos salvo patologías concretas. Por eso, antes de iniciarte en una práctica, debes consultar con una persona experta que te ayude a ver si es tu momento para empezar a realizar algún curso.
  4. Efectividad: El mindfulness ha sido ampliamente investigado y ha demostrado ser efectivo para una amplia variedad de condiciones, desde el estrés y la ansiedad hasta la depresión entre otras.

Cómo practicar el mindfulness

Ahora que hemos visto algo más de qué es el mindfulness y para qué sirve, es importante saber cómo se puede practicar.

A continuación, se presentan algunos consejos para comenzar a practicar el mindfulness:

  1. Comenzar con pequeñas sesiones: Es importante comenzar con pequeñas sesiones de mindfulness, de unos pocos minutos cada vez, para que sea más fácil mantener la concentración y la atención. Con el tiempo, se puede aumentar la duración de las sesiones. Y es importante que sepas que, como toda habilidad, mejora con el tiempo y consistencia de práctica, pero no es una receta milagrosa que sirve para todo y se activa sin entrenarla de forma consistente.
  2. Escoger un lugar tranquilo: Escoger un lugar tranquilo y sin distracciones es esencial para la práctica de mindfulness. Asegúrate de apagar los dispositivos electrónicos y elegir un lugar donde puedas sentarte cómodamente. También podrías tumbarte, aunque si no estas acostumbrad@ o estas cansad@, podrías también dormirte al relajarte.
  3. Prestar atención a la respiración: La respiración es un enfoque común en la práctica de mindfulness. Presta atención a la sensación de la respiración en el cuerpo y trata de mantener la mente enfocada en la respiración. Es normal distraerse y enredarse en pensamientos e historias: es parte de la naturaleza de nuestra mente. Cuando suceda, en lugar de criticarte duramente, que te sobreactiva, reconoce lo que sucede, e invita de nuevo a la mente a regresar al lugar donde elegiste explorar las sensaciones de la respiración.
  4. A veces la respiración no es un buen vehículo para tu atención y consciencia, para la práctica del Mindfulness. Puedes probar también a elegir un lugar seguro en tu cuerpo donde explorar las sensaciones cambiantes. O puedes probar en atender a las sensaciones de contacto del cuerpo con el suelo o silla, o de presión o contacto de las manos en tu regazo o sobre tus muslos. Si tienes dudas, consúltame.
  5. Observar los pensamientos: Durante la práctica de mindfulness, los pensamientos pueden aparecer en la mente. En lugar de juzgarlos o intentar cambiarlos, obsérvalos como si fueran nubes flotando en el cielo. Luego, deja que los pensamientos se vayan y vuelve a enfocarte en la respiración o en el cuerpo. La práctica de Mindfulness sobre los pensamientos o la mente es bastante avanzada. Así que comienza por el cimiento de poder hacer la practica y agradecer que los pensamientos sean como un puente para regresar de nuevo a la práctica de Mindfulness.
  6. Se amable contigo mism@: Es importante ser amable y compasiv@ contigo mism@ durante la práctica de Mindfulness. No te juzgues si te distraes o si los pensamientos aparecen en la mente. Simplemente reconoce lo que está sucediendo y vuelve a enfocarte en el momento presente.

Conclusión

El mindfulness es una práctica simple pero poderosa que puede tener una gran influencia en nuestra salud física, mental y emocional. Como dice mi buen amigo Frank Ostaseski, enorme Maestro de Humanidad y Sabiduría, y que ha acompañado a miles de personas en su proceso de enfermedad y muerte; “Mindfulness nos ayuda a abrir lo que está cerrado. Gracias a el Mindfulness descubrimos lo que está oculto, lo que está encerrado bajo conceptos y etiquetas. Confundimos las ideas con lo real. Mindfulness es escucha profunda de mente, corazón y cuerpo”.

Al practicar mindfulness, podemos aprender a escucharnos. Podemos encontrar y cultivar una intimidad tan cercana como inspiradora y reveladora. Pero también podemos reducir el estrés, regular nuestro sufrimiento y malestar, mejorar la concentración y aumentar nuestro bienestar emocional. El mindfulness es accesible, flexible, seguro y efectivo, lo que lo hace una práctica valiosa para cualquier persona. Pero recuerda que es mucho mas que una mera técnica de meditación. Puede ayudarte a abrirte a la vida, a tus emociones y a hacer las paces contigo mism@. Si deseas comenzar a practicar el mindfulness, recuerda comenzar con pequeñas sesiones, elegir un lugar tranquilo, prestar atención a la respiración, reconocer los pensamientos como. parte de la naturaleza de nuestra mente, y ser amable contigo mism@ agradeciéndolos por ser un puente a regresar de nuevo a la practica esencial de Mindfulness.

Con el tiempo y la práctica, puedes disfrutar de los muchos beneficios que ofrece el mindfulness y profundizar en su enorme caudal de sanación e impulso vital. Y sobre todo, recuerda que la mejor forma de aprender a practicarlo de forma segura, es haciendolo con alguna persona que tenga dilatada experiencia y pueda ofrecerte cursos para entenderlo bien y profundizar lo suficiente para que puedas practicarlo con autonomía recibiendo toda su fortaleza. Consúltame.

Ruben Revillas.